La adecuación de cilindros, la sana costumbre

Martes, 17 de Octubre de 2023

Hay una mayor conciencia de la seguridad y la escasez de incidentes es notable.

La adecuación (o rehabilitación) de cilindros respecto a años anteriores avanzó mucho después de haber sufrido algunos accidentes importantes. Hoy productoras, distribuidores y usuarios ya tomaron conciencia y se puede afirmar que hace años que no hay información de una explosión por un cilindro.

Lo interesante a destacar es que todos entienden que lo que se pone en juego es la vida, en primer lugar, y la trayectoria de una empresa, luego. Por esto, se vienen desarrollándose con bastante rigor a partir de una mayor toma de concientización de los distribuidores y consumidores finales. Además del trabajo de promoción que realizan las empresas productoras.

Se podría decir que una mejor concientización dejará de lado la resistencia de algunos usuarios de no querer en hacer la adecuación por un tema de costos, que no es tan alto si se tiene en cuenta que esté valor oscila en el 10% del precio del cilindro, cada 5 años. Una cifra mínima si lo comparamos con el valor de la vida.

En la Argentina, las mayores adecuaciones se realizan a partir del control que ejercen las empresas productoras cuando detectan un cilindro que no está en condiciones. Algo que no suele suceder, con el rigor que se requiere, con los cilindros de los revendedores o ferreterías que fraccionan a los minoristas donde el control es demasiado laxo.

Las adecuaciones son necesarias porque un “cilindro que contiene oxígeno, gas natural comprimido o cualquier gas considerado permanente y el que está confinado (comprimido) en este a 200 kilogramos/centímetros cuadrados (cm2), en un volumen de 50 litros, requiere una seguridad eficiente. Porque si ese volumen se lo lleva a la presión atmosférica ocuparía 10.000 litros. Si esta expansión se produce en forma violenta presentará características similares a la de una explosión”, precisó, en su momento, la ingeniera María Fernanda Poggi a este medio.

Por esto los cilindros de gases industriales utilizados son recipientes a presión, que requieren controles sistemáticos y específicos que garanticen su seguridad, de acuerdo a la Norma IRAM  2529 – 1, la cual establece la frecuencia y guía para la revisión de los cilindros que deben ser sometidos a una revisión periódica programada, cualquiera sea su estado.

El rol de la OPDS

El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) es quien diseñó la creación de un registro de adecuadores encargado de realizar la revisión periódica que se cumple con la Norma IRAM Nº 2529 – 1, según la Regulación 198/96, emanada de la ex secretaría de Política Ambiental de la provincia de Buenos Aires.

Esta reglamentación rige la provincia de Buenos Aires a la cual se dieron otros estados provinciales y las normas para las empresas productoras de gases.

La 198/96 establece la creación de una estampilla de control OPDS para la adecuación y revisión periódica de cilindros de acero y aluminio con y sin costura, para contener gases permanentes, licuados y disueltos, cuyo diseño será conforme al modelo que se indica en el anexo 2 de esta resolución.

¿Qué se hace?

La adecuación consiste en lo siguiente:

Control de identificación
Vaciado e inertizado
Desvalvulado
Limpieza exterior y despintado
Control de masa
Inspección visual externa
Control de roscas
Control de accesorios
Medición de espesores
Ensayo hidráulico de expansión volumétrica
Secado interior
Inspección visual interna
Remarcado
Revalvulado y montaje del anillo
Pintura exterior
Registro y emisión de informe de revisión periódica
Análisis de cilindros rechazados
Destrucción de los cilindros condenados (eliminados)